Tarzán, es el nombre del curioso robot que los chicos de Georgia Tech Robotics ha desarrollado para la observación de los campos de soja de la universidad, uso que parece que puede llegar a revolucionar la agricultura tal y como la conocemos.
Su funcionamiento es simple. El robot cuelga sobre las cosechas, suspendido de unos cables paralelos, y se va desplazando mientras toma fotos de cada una de las filas de cultivos. Dichas fotos se recogen y centralizan en un ordenador central, donde quedan a disposición del agricultor para su análisis.
Si bien este robot nos recuerda al mítico hombre mono, en realidad se inspiró en algo muy diferente, una criatura mucho más lenta y peluda: el perezoso.
En palabras de Jonathan Rogers, profesor de ingeniería mecánica del Instituto de Tecnología de Georgia, "El perezoso es realmente eficiente”. “Estamos tratando de diseñar este robot para ser energéticamente muy eficiente, sobre todo el día que pueda ser alimentado por energía solar.”
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