No podían ser otros que los chicos de FastBrick Robotics los que desarrollaran un robot capaz de colocar mil ladrillos en una hora. Hadrian, el robot-obrero es capaz de “construir” una vivienda en 48 horas.
Sin embargo, y aunque este dato es muy llamativo, tiene truco. Para alcanzar esta cifras, el robot únicamente apila los ladrillos sin colocar el cemento necesario para mantenerlos unidos.
Aquí puedes verlo en funcionamiento a cámara rápida:
Y aquí tienes el concepto de su aplicación como sistema constructivo:
A pesar de ese pequeño truco, no se puede negar que ver este robot en plena faena es espectacular. Pero no todo es velocidad. El robot se autoabastece de labrillos a través de un largo carril y, gracias a su visión láser, es capaz de colocarlos con precisión milimétrica.
Además, su software es capaz de calcular cuántos ladrillos hacen falta y si es necesario cortar alguno para conseguir las dimensiones definidas.
Parece que a los robots les queda poco para tomar el mundo de la construcción. Que no te pille despistado.
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