elección del tipo de refuerzo

Hola Benjamín,

prefiero remitirme al curso, donde creo lo exponemos de forma más detallada. De forma muy resumida, sólo cuando el incremento de carga en el pilar es suficientemente pequeña y la forma del pilar lo permite (formas aproximadamente cuadradas que con el posterior biselado de las esquinas podamos convertir en prácticamente circulares), el confinamiento es viable.

Ante una rotura por cortante, a efectos de restituir la capacidad frente a axil del pilar, el confinamiento no sería en principio viable, y habría que recurrir a un refuerzo por sustitución. En todo caso, habría que ver qué ha originado esa rotura, no sólo porque la “rigidez” del pilar puede no ayudar, sino también, porque como ya hemos comentado en alguna ocasión, frente a esfuerzos horizontales el refuerzo apenas aporta capacidad adicional.